MARISQUEANDO EN CEDEIRA

MARISQUEANDO EN CEDEIRA – Capítulo I

Aquí os dejamos el primer capítulo del que será una serie de vídeos mostrando el trabajo de los/as mariscadores/as de la Cofradía.

Comenzamos con el capítulo I, centrado en la recogida del berberecho.

Esta recogida tiene lugar en la ensenada de Esteiro. Allí, nuestros/as profesionales comienzan a trabajar 2 horas y media antes de la bajamar (el momento del día en el que la marea está más baja) y continúan 2 horas y media más (hasta que la marea comienza a subir), haciendo un total de 5 horas diarias. En ese tiempo, nuestros/as protagonistas tiene que recoger un máximo de 15 kilos de berberecho por persona, con una talla de 28 mm como mínimo (los que sean más pequeños, deben dejarlos enterrados otra vez en la arena para que sigan creciendo).

Para recolectar esta especie de bivalvo usan un pequeño rastrillo o una hoz con la punta un poco doblada, y raspan la parte superficial de la arena, ya que el berberecho se encuentra muy cerca de la superficie. Este trabajo lo hacen agachados/as con las piernas estiradas para no lesionarse las rodillas. Aunque de esa forma también sufre el lumbago… por esa razón, la Cofradía les facilita unos cursos de fisioterapia para que aprendan las posturas más convenientes y menos perjudiciales.

Como podemos ver en el vídeo, sus vestimentas son ropas de agua de manga larga para protegerse del sol en verano y del frío en invierno.

Las/os mariscadoras/es trabajan todo el año y marisquean dependiendo exclusivamente de las mareas. Es decir, aunque llueva, truene o relampaguee… aunque haga muchísimo calor o muchísimo frío, ellos/as trabajan para traernos los mariscos de nuestra ría. 

Los berberechos que recogen los meten en un saco de red que, más tarde, pasará por las manos del vigilante para comprobar que la medida es la correcta. Una vez hecho esto, un camión frigorífico lleva la mercancía a la lonja de Cedeira. Allí lo pesan y lo meten en la depuradora durante 12 horas antes de su venta para eliminar patógenos adversos y garantizar el buen estado del producto.

Este bivalvo se puede recoger durante todo el año, excepto el mes de mayo por paro biológico (para que se reproduzca). 

Y así es como el berberecho llega a nuestras manos!

 

MARISQUEANDO EN CEDEIRA – Capítulo II

Ya tenemos el segundo capítulo de la serie “Marisqueando en Cedeira”.

Esta vez os enseñamos un trabajo que forma parte de las mariscadoras y de la Asistenta Técnica de la Cofradía

Se trata del “muestreo”, una práctica que nuestra asistenta Paula, realiza con cada una de las especies que habitan en nuestra ría.

¿Y para qué sirve? Concretamente, para saber cuál es la cantidad estimada de cada especia que hay en la ría. De esa forma, estudia si se puede coger una especie en concreto, si hay que dejarlo crecer, si se debe sembrar en otra zona o no, etc.

El proceso es el siguiente:

  • Marcan en la arena un espacio de 1 metro cuadrado y, en ese lugar, buscar el mayor número de ejemplares posible.
  • Esos lugares donde hacen el muestreo se le llama “punto”. a lo largo de la playa pueden realizar unos diez puntos distintos.
  • Los ejemplares que se encuentran, los meten en una bolsa para medirlos y, más tarde, devolverlos al mar.

Y así es como los profesionales del sector saber qué tipo de marisco deben recoger en cada época del año y realizar un calendario mensual de marisqueo.

 

MARISCANDO EN CEDEIRA – Capítulo III

Aquí os dejamos el capítulo III de esta serie que tanto furor está teniendo.

Hoy toca centrarnos en la recogida de la almeja fina. Como se puede apreciar en el vídeo, esta especie se encuentra debajo de las piedras o en zonas de arenal relativamente profundas y su presencia es muy escasa.

Por esa razón, nuestros profesionales solo pueden coger 4 kg/persona de 40 mm como mínimo en la ensenada de Esteiro (Villarrube) o de Pantín pero, por desgracia y por culpa del furtivismo, ni eso es posible. Cuando llegaron a trabajar, vieron que la arena estaba ya toda levantada y revuelta, signo de que alguien estuvo haciendo lo que no debía…

Por lo tanto, os propongo un juego: imaginad que trabajáis en un lugar que os pagan por objetivo; pero cuando llegas a tu puesto de trabajo, te das cuenta de que tu objetivo no lo vas a poder llevar a cabo porque previamente, alguien lo hizo por ti de forma ilegal, lo que significa que no vas a cobrar todo lo que mereces pero nadie te libra de trabajar tu jornada completa… os parecería justo? Pues eso es lo que sufren las mariscadoras y mariscadores todos los días.

Esta especie se recoge durante todo el año dejando el mes de mayo para su reproducción (paro biológico).

Para recoger la almeja, necesitan un sacho con forma triangular y “sachar” la arena con mucha delicadeza, ya que esta especie de bivalvo se caracteriza por tener un cáscara muy fina que puede romper con mucha facilidad si no se controlan las herramientas.

Una vez que pasan las cinco horas de trabajo requerido (siempre dependiendo de la marea), los mariscadores y mariscadoras pasan por la caseta de vigilancia para comprobar cuántos kilos llevan cada uno (cuanto menos lleven, menos cobran, de ahí que para ellos sea tan perjudicial el furtivismo) y si la almeja que recogen tiene la medida mínima requerida. 

 

MARISQUEANDO EN CEDEIRA – Capítulo IV

Y por fin tenemos el último capítulo de la serie “Marisqueando en Cedeira”.

Esta vez, nuestras mariscadoras nos muestran cómo se recogen las ostras rizadas (u “ostrón”) en la playa de la Magdalena (Cedeira).

Como se puede ver en el vídeo, las ostras se encuentran pegadas a las rocas o al propio muro de la carretera y hay que tener mucho ojo para no confundirlas con piedras, y más cuando van de noche a mariscar… A la hora de sacarlas de las rocas, hay que ser muy cuidadoso porque rompen con facilidad.